Caminos por el Parque Nacional de Cabañeros

Comenzamos  el día con vistas al río Estena, entre grandes riscos de pizarra y cuarcita, en pleno Parque Nacional de Cabañeros. Lugar donde la raña y la sierra se unen para formar un enclave único.

Desde el Centro de Visitantes Casa Palillos, hemos podido disfrutar de la observación de los majestuosos ciervos que se preparan para la berrea, uno de los eventos de la naturaleza más impresionantes que tiene lugar durante todo el mes de septiembre y octubre en el Parque Nacional de Cabañeros y muchos otros espacios naturales de La Mancha.

Una de las rutas que más nos ha gustado ha sido la del Boquerón de Estena que hemos hecho acompañados de una de las guías oficiales del Parque Nacional. Se trata de un viaje a través del tiempo de más de 400 millones de años, donde se puede encontrar multitud de fósiles e icnofósiles , que nos hacen retroceder al momento en el que la tierra era aún mar.  Un paisaje salvaje, donde se mezclan ejemplares de Roble, Tejo, Aliso, Arce de Montpellier o Cornicabra con la vegetación más característica de nuestra tierra, como la Jara, el Rosal Silvestre o el Tomillo Limonero.  Todo ello a la orilla del río, y su caos de pedrizas, que hacen que aves como el Mirlo Acuático encuentre el ecosistema perfecto. No te dejes los prismáticos en casa, es sin duda, una gran oportunidad para observar merodeando al buitre negro.

Seguimos ganando altura, dejando al sur los Montes de Toledo y acercándonos a la Sierra de Guadarrama, en pleno centro peninsular. El Parque Nacional más joven y nuestro próximo destino.